05. BELICE Y GUATEMALA: UNA FRONTERA DEFINIDA

El diferendo territorial entre Guatemala y Belice es un asunto añejo, que nunca ha sido solucionado satisfactoriamente para las partes. Se remonta a la época de la Capitanía General de Guatemala, pasando por la República Federal de Centro América y a través de las seis Repúblicas que hemos tenido, con igual número de constituciones, llegando hasta nuestros días.

Diferentes constituciones de la República de Guatemala a través de su historia

Los actores principales han sido las coronas española y británica, luego Guatemala y Gran Bretaña, y recientemente Belice y Guatemala con el acompañamiento de ONU y el tácito y decidido apoyo de los Estados Unidos a favor de Belice, en varias etapas y momentos.

De una concesión forzada de España a Inglaterra para el usufructo de maderas preciosas de una pequeña región de Costa en el Caribe mesoamericano, se llegó al reclamo de Guatemala sobre la ocupación británica de todo el territorio que hoy se conoce como la República de Belice. Y en la actualidad la controversia entre Guatemala y Belice para definir fronteras, como nación libre esta última.

Del viejo eslogan «Belice es de Guatemala» que nuestros abuelos y padres nos hacían repetir no queda mucho. Era un tema que los gobiernos en el poder utilizaban como cortinas de humo para distraer la atención del país ante alguna situación caótica del momento. El precio del café caía, o las demandas populares aumentaban, o se recrudecía la guerrilla y el tema de Belice prosperaba en esos momentos.

Representación en el mapa del área en disputa del diferendo Guatemala-Belice

Eruditos y expertos opinaban, tal el caso de Salazar Argumedo o de Villagran Kramer, pero nunca concretaba en acciones definidas.

Quizás la vez que más aterrizó una iniciativa en algo, fue cuando en los años setenta el gobierno militar del momento estuvo a punto de declararle la guerra a Inglaterra, en un parangón similar al de la Argentina con Las Malvinas. Concretó conque los Estados Unidos cortara la ayuda militar al país y ocasionara directa o indirectamente el final de los gobiernos militares, más adelante.

A todo esto, Belice avanzaba hacia su vida independiente dentro de la nueva corriente independentista de la Mancomunidad Británica, muy lejana de aquella actitud férrea de los años treinta y cuarenta cuando Gandhi expresaba el sentir autónomo de un pueblo milenario en la India.

Sitio arqueológico La Milpa, al norte de Belice en la Reserva de Biosfera Maya

¿Pero quién era Belice en realidad dentro de ese contexto post victoriano?

Un territorio del tamaño de El Salvador ocupado por unas 50 mil personas, entre garífunas en su mayoría, el grupo empresario, profesional y burócrata inglés y comerciantes indios o de otras partes.

El idioma inglés oficial y el garífuna y creole hablado por toda la comunidad garífuna, siendo el español desdeñado, aunque alguno lo hablara.

Un gobierno dependiente y subsidiado por la corona británica y un pueblo pacífico y amable. Diversas agroindustrias azucareras, frutícolas y madereras. Un turismo selectivo hacia lugares paradisíacos.

Y los garífunas dedicados a la pesca y el cultivo de sobrevivencia, en una mansedumbre propia de las naciones caribeñas, y en general de los países tropicales allende los mares.

Se trataba de una realidad y un pueblo totalmente diferente a nuestra realidad guatemalteca. Para empezar con el idioma como gran barrera…

Entonces, la fórmula Guatemala Belice no terminaba de cuajar y menos de encuadrar para la perspectiva guatemalteca. Se hablaba de un territorio anexo o hasta un estado libre asociado como solución al conflicto, pero jamás se analizó a lo interno quien era Belice y el ser beliceño…

La propuesta de Inglaterra en ese entonces, y antes del exabrupto por el conato de invasión, fue la de ceder a Guatemala una parte del Distrito de Toledo al sur, y Guatemala reconocer en el contexto de Naciones al país vecino y soberano.

Guatemala no aceptó y años más tarde votaba en soledad y apoyada por dos naciones únicamente, cuando la Asamblea General de la ONU le dio el reconocimiento por 179 votos a Belice como estado en el contexto de las naciones.

Si ahora vamos a ir a votar en un diferendo tendríamos que saber exactamente de qué se trata la propuesta porque a la fecha, la explicación dada en los medios con un mapa mostrando a Belice cercenado y la otra la Señora Ministra de Educación (año de 2013) ordenando imprimir mapas del país incluyendo a Belice como parte de nuestro territorio así como se representaba Guatemala en los mapas de los años cincuenta del siglo pasado.

Pero, ¿no sera mejor retomar la propuesta inglesa previa al nacimiento de Belice como país…?

Propuesta del Reino Unido para ceder a Guatemala una parte del Distrito de Toledo al sur de Belice

Viendo el mapa, parecería que la frontera natural, digamos, sería prolongar en línea recta la orientación de la Bahía de Amatique que caería a la par de Punta Gorda y prolongarla en dirección de Poptún – Dolores, hasta hallar la frontera marcada actualmente.

Así, El Peten tendría su propio corredor al mar, y lo más importante de la propuesta, que se podría construir un complejo portuario ejemplar, uniendo Punta Gorda en Belice y la Nueva Punta Gorda en Guatemala, para la atención del turismo marítimo tanto de cruceros como de veleros y demás itinerantes del Caribe.

Este nuevo puerto administrado por los garífunas de ambas fronteras, aquellos que hablan español con aquellos de habla inglesa, que son la misma comunidad por supuesto…en sociedad con las empresas hoteleras y de viajes expertas.

Sería un punto estratégico para el turismo, para entrar a Belice, a El Peten o Río Dulce e Izabal y un polo de desarrollo compatible con la naturaleza, ya que se podrían declarar y desarrollar zonas protegidas en el entorno.

¿Será muy difícil aceptar una idea de este tipo? y ¿qué tan difícil realizarla?

 

Deja un comentario